Lunes. Empieza otra semana
en la que no empieza nada.
La misma ausencia, ninguna carencia.
El horizonte, es horizonte yermo,
vacío sin función alguna.
Una perfecta descripción del desierto
en que errante, permanezco
espectante sin espectativas.
Cuerpos que se alejan, cuerpos licuados
que se beben, imperecederos
ante el páramo de los días azules.