despierto aturdido
y desmemoriado ayer hubo
un exceso de
alegría compartida, una alegría
que no
pensaba en detenerse, que no había quien la frenase
así es
entonces, cuando amanezco sumido
en esta resaca,
que no lo es tanto
pero que me
tiene arrinconado en este lento despertar
tras el
desayuno, uno desierta
cuando todo
este domingo está aún por ser
emprende el
camino de vuelta
con el
cuerpo hundido tras el volante
deseándonos suerte
en un balbuceo solo comprensible
porque le
conocemos y entendemos ese lenguaje
los otros
nos arrastramos hasta el gena
nuevas vías
nos esperan, un sector en recuperación
mientras
intentamos disipar
esta
espesura mental en la que nos encontramos
hago
memoria, sé que es posible resucitar
recuerdo
cuando antes vivía estos sucesos con la tranquilidad
de quien
camina por las calles de su barrio
al sol el
frío no es tan frío, empezamos poco a poco
pinchando en
la primera vía, dándolo todo en la segunda
otro cae,
agotado se dedica a ver a los otros
que continúan,
conocidos y desconocidos
algún histórico
está entre nosotros
los dos que
quedamos le damos a una fácil para recalentar
de cabeza al
límite, la última para poder tachar
en dos
pegues cae y enseguida le bajamos la graduación