amanece un
día desapacible de sofá y manta
de abrazos,
cariños y películas románticas
algo muy
alejado de nuestros propósitos
algo que
dejaremos para la noche
cuando como
guerreros vencidos
en nuestras
casas nos reciban, quien lo tenga
con el amor
pospuesto –algunos seguimos buscando
de momento,
más de lo mismo
el frío una
vez más no pudo con nosotros
no fue capaz
de detener nuestros más públicos deseos
volvemos
fraccionados al embalse
donde un
empiece normal, aceptable
desemboca en
una apretado amasijo de nervios
salir de la
zona de confort, darlo todo y caer
difícil e
incómodo aprendizaje sin fin
siempre hay un
grado que alcanzar, que superar
una lección
no superada: es siempre el miedo
a caer y también a
triunfar: la presión del del encadene
una lección
no superada que ensombrece
el posterior
éxito: un tremendo pegue: piel roja cae
al primer
intento del día, pero cargo con la sombra
de ese pegue, de ese triste pegue lleno de miedo