desde la
cama donde yazco mis ojos
recorren el
trazado de una sombra en la pared
una montaña
de profundidad se abre
un sendero
rodeado por un bosque
la
atraviesa, es de noche y todo está oscuro
apenas veo a
un palmo de mí
lo que no
veo me acaricia al pasar
no puedo ver
más que con la piel
la oscuridad
me hace tropezar
lentamente
caigo como un pluma, soy mota de polvo
arrastrada por
el flujo inmortal del universo
hasta que se
hace un silencio ensordecedor
entonces
aturdido despierto y tú estás hay
extrañamente
tímida, niña dormida perdida en su soñar
no te toco
sólo te observo, la manera en que respiras
tu cuerpo alzándose
y deshinchándose
este es el
resultado de otra noche más
compartida
en una pensión cutre del centro de la ciudad
buscándonos felizmente
encontrados
abres los
ojos y me miras radiante
todo besos
caricias otra vez y la noche pidiendo
un tiempo
extra en el que nos volvemos a amar
dibujamos la
fornicación con nuestros cuerpos desnudos
para
anunciar el día con otra muestra de arte
esta manera
que tenemos de follarnos
esta manera
dulcemente salvaje