Me perteneces cada
vez que camino
Ana Merinio
la mañana requiere estar muy atentos
el cielo azul es un trampantojo: el sol
que comienza a alzarse, imponente
apenas calienta, apenas es capaz
de recordarme al calor de tu cuerpo
cuando esta mañana volviste a partir
dejándome en la cama solo, soñando
con imponentes flaquitas de estrechas caderas
lo que queda es otra esplendida extensa mañana
en la que ya no te pienso, cada vez soy más consciente
de tu constante presencia, voy perdiendo el miedo a volar
a caminar junto a ti por cementerios antiguos
nada voy a realizar ni hacer ni planear
el tiempo que ahora sucede no tiene peso
no hay urgencia alguna: me dedicaré a contemplar
el lento discurrir de las horas, minuto a minuto; amor