despertamos abrazados
compactados en un solo cuerpo
desconocemos la hora que marca el reloj
desde el patio interior de tu apartamento
no podemos ver del cielo
salimos a la calle cargando
con un leve rumor de la noche de ayer
que ralentiza nuestros movimientos
mientras buscamos una cafetería
antes de salir hacia el extrarradio
en el cementerio civil caminamos
en un paisaje otoñal de bajas nubes grises
la ciudad queda aparte en el exterior
aquí todo parece haber sucedido
entonces te hablo de aquella otra tumba
en el cementerio de carabanchel
en el que manolo y palmira
se prometieron un amor inmortal; amor