el cielo
se cubre de nubes, en una tarde
donde
la posibilidad de lluvia es nula
no
tendremos esa suerte, ese descanso
seguiremos
injiriendo este aire tóxico
que
lentamente va acelerando
esta
muerte programada que somos
la
vida en la ciudad no ofrece más posibilidades
los
largos días del verano que se aproxima
cualquier
línea de fuga puede ser probable
menos
escapar en las horas asumidas de la vida
del
calor y la sequedad de un aire poluto
que
araña sangrante las vías respiratorias
al
menos podremos considerandos afortunados
careciendo
de más responsabilidades que nosotros
tenemos
la posibilidad de huida en todas las horas
que
ocupan la parte no obligada de la vida
la
amplia cadena montañosa que rodea la provincia
será
testigo de nuestro irremediable verano proletario