La parte real y la parte inventada.
Una vez leída la primera y dada por plausible, ¿Cuál es su reflejo en la segunda? Todo.
Como tantos otros, su obra es un reflejo de su vida: cada una de esas historias era una aventura suya que, en ese mágico
silencio, el silencio del pensamiento y de la fantasía, vivía en una oscuridad
como en su alma misma. Finales que al final, en lo real y en lo ficticio,
acaban siendo el mismo: vivía llevando en
el corazón, constantemente, la esperanza vana del suicidio.