el día ha amanecido tranquilo y relajado
hay una tenue bajada de temperaturas
nada hay por hacer, ninguna obligación
ver como las horas pasan y se suceden
una tras otra en una lenta agonía estival
un exceso de tiempo a ser contemplado
sin ninguna posibilidad para el exceso
los bolsillos permanecen huecos, vacíos
un eco cavernoso que nos tiene a la espera
siempre la espera como única posibilidad