resuenan los
tambores de batalla
un frenético
ritmo electrónico
marca mis
pasos: velocidad y contundencia
exactitud en
el desarrollo
todas las
mentiras del día son mías
adquiero
voluntariamente su titularidad
nada de esto
está sucediendo
todo esto no
es más
que el argumento
de otro cuento proletario
no hay
héroes ni bellas princesas a rescatar
aquí el
único desafío es seguir aguantando
un día tras
otro idéntico, esa es la batalla
con su
horario programado, después
el descanso
del guerrero: cerveza y toneladas de hachís
horas
muertas ante la pantalla
un intento
por adormecer
un cuerpo sobrexcitado por la cafeína y el hastío
un cuerpo sobrexcitado por la cafeína y el hastío
un cuerpo
difícil de calmar en una vacía tarde de lunes
un cuerpo
que necesita descanso
un cuerpo
que necesita de princesas guerreras
pero yo no
soy ningún héroe
ni esto es
una guerra
es un día
más, otro cualquiera
yo soy uno
más
que hace
tiempo aprendió a vivir
sin
esperanza