otro día que
sin prisa comienza
tras un
rutinario despertar, a media mañana
me dejo caer
por las calles del centro
una rápida y
eficaz visita a las tiendas de la rivera
caprichos que
me doy en una celebración
del absurdo
que soy por obra y gracia
del mismo
teatro que somos todos
siendo yo,
personaje de reparto
del gran
argumento que contará la Historia
luego, tras
la satisfacción de este otro
deseo
pasajero, sucumbiendo al consumismo
vuelvo al
barrio a continuar en un no hacer
en este día
de descanso, leeré con ansiedad
afetamínica libros
de poesía escogidos al peso
por puro
azar
empezaré con
los días perdidos de wolfe
luego el
cielo avaro de esplendor de talens
más la tormenta
de strand
si tengo
tiempo terminaré
con el laberinto
amado de simic
lecturas
siempre innecesarias para seguir deleitándome
en este no
hacer