llegas después
de un duro día de trabajo
pateándote las
calles en busca de nada
a tu centro
de trabajo, el encargado te mira
tras recoger
los resultados de tu trabajo
te dice que
pases a dirección, el gran jefe te espera
entras en el
único despacho aclimatado
el jefe extiende
ante ti unos informes sin mirarte
su gordura
es excesiva, un sudor graso
le cae por
el cuello manchándole la camisa
algo has
debido de hacer, nadie te lo aclara
esta vez, va
quedar en una amonestación verbal
una manera
de tenerte contra las cuerdas
no vamos a
pasar más, nos has defraudado
pero tú
sigues sin saber los motivos de este teatro
no te
importa, sabes que tienes todas las de perder
tampoco te
afecta, sales del despacho
con la misma
sonrisa con la que entraste
sales a la
calle sólo pensando en fumar
allí los
compañeros asustados preguntan intranquilos
quizá
también haya algo guardado para ellos
no lo sabes
y no te importa, te despides y subes al bus
ellos quedan
con la misma mirada de perro apaleado
un trabajo
más, es sólo eso
aunque hay
un miedo a perder este trabajo
eres viejo y
te constaría encontrar otro
los buenos
tiempos de miles de trabajos ya pasaron
ahora es una
lucha más dura que deja una única certeza
la
revolución victoriosa fue la de los neocon
tampoco
importa, el día es azul y la tarde amplia