Vivimos siempre
cansados
por querer
hacerlo todo
por querer
estar en todo lugar
por querer
vivir cada acontecimiento
Vivimos dejando
un tiempo mínimo
para el
descanso arrastrando por los días
un cuerpo
extasiado, ansioso
por no
querer dejar de vivir ni un instante
Vivimos
caminando por el filo de la navaja
no hay miedo
a caer ni tiempo para fallar
hasta que
llega el día en que todo se detiene
instante
preciso en que el descanso es
única
realidad: hacer nada durante horas
vivir la
calma de un horizonte plano
permanecer
en silencio mirándote
el secreto
de los días azules tras tus ojos