el frío cielo
azul brilla: nada que hacer
un
maravilloso nada que hacer
cuando los
demás no paran de hacer
la soledad
no es una carga
el tiempo se
dispone en el tablero
jugaré al
solitario, buscaré
todas las
posibilidades son ante mí
mientras los
demás están ocupados
caminaré,
avanzaré con mis papeles
no hay
frontera que cruzar ni límites
que traspasar,
todo es conocido
el invierno
en la ciudad se muestra tímido
sabe que
poco tiene que ofrecerme
todo vuelve
a ser una suspensión de la espera
nada hay por
hacer, y eso está bien
el tiempo
sucediendo lentamente
mientras el
jardinero municipal permanece atareado
la
maquinaria que usa, el ruido que produce
es mi música
en este principio de tarde
todo lo
demás permanece callado
es tiempo de
siestas
la calle
espera la llegada de los maleantes
cuando todo
termine
cuando la
vida de comienzo