lentas las
horas de este domingo
el invierno
que ya se nos echó encima
pronto
cierra el día
día de nada,
en soledad
caminando
bajo un frío cielo azul
mientras las
horas suceden
sin traer
nada con ellas
sólo este
caminar sin rumbo
dando rodeos
por las calles del barrio
el frío
cortante acaricia mi cara
mientras
sigo al sol
en su
descenso por el horizonte
luego la
noche llega, la larga noche
del invierno
que ya es, que está siendo
entonces, sigo
a mi sombra eléctrica
vuelvo a mi
encierro
nada hay en
la ciudad para mí
tantas veces
lo he dicho
estos días
son para mí, días de descanso
de reflexión
de echar la
vista atrás y ver lo que me depara
lo que está
por venir, de tratar de encontrarle el sentido
a todo lo
que está sucediendo
siempre la misma
respuesta
nada hay
nada mueve
las sombras de la caverna
ni secreto
que encontrar