despertamos en
lo alto
en un final
de carretera, desde aquí
ningún coche
particular puede continuar
despertamos
y no sabemos lo que nos espera
sabremos que
caminaremos, algo que nos gusta
pero
desconocemos cómo será el lugar
por donde
lo haremos
lo que la
noche nos oculto
el día
rápidamente nos lo muestra: un paisaje lunar
alejado de
todo lo que conocíamos
esta
tachadura en el mapa
es de esa
que se hacen con gusto religioso
todo aquí es
nuevo, nunca antes
una visión
como esta
mis ansias
de verticalidad son compensadas, satisfechas
y aunque
debamos dejar a una miembro de grupo
el cansancio
y problemas auditivos, la altitud
el resto
continuamos, deseamos hacer cima
y no está
muy lejos, está al alcance de nuestros pies
querer es
poder y lo conseguimos
alcanzamos
el cráter principal
y lo que
contemplamos nos abruma
un enorme
agujero, ahora de siesta
por el que
el humo y el olor a azufre salen a la superficie
nos muestra
la fuerza de esta roca estelar, roca viva
en la que
todos vivimos
y en el
camino de descenso, son todo fotos
y un solo
comentario: joder tronko, esto es la
hostia
y así es, y
es lo que me llevo al cuaderno