ESCRIBIR UN DIARIO NOS AYUDA A OLVIDAR LA ILUSIÓN DE TENER UNA VIDA PRIVADA
(ricardo piglia)

HAGO MI FICCIÓN PARA QUE SEA CIERTA
(pentti saarikoski)

domingo, 8 de abril de 2012

MAÑANA DE DOMINGO EN EL RASTRO


Nueve de la mañana,
el día ha amanecido tranquilo,
un esplendido día de sol, junto a ti.
Tras el despertar y un agradable polvo,
un desayuno sencillo, poca cosa,
café, zumo, tostada de tomate,
y todos los besos que tú me das.
Así, sin resacas, rodeado de ti, de tus brazos,
la mejor manera de despertar.
Salimos sin prisas, ahora que la calle está a medias,
hacia El Rastro a buscar
libros baratos, esos libros de segunda mano
que ya no se encuentran
más que en esas librerias de viejo
o en estos puestos callejeros
donde
amontonados en el suelo
se encuentran viejas sorprersas.
Hoy me he llevado cinco, cada uno a un euro,
a este precio, quién se resiste:
El vizconde demediado, de Italo Calvino;
Historia de Rampa;
La túnica de azafrán;
Tú, para siempre; y
Vida con el lama;
los cuatro de T. Lobsang Rampa.

¿Quién pide más
para una mañana de domingo?