Ayer en una cena
un grupo reducido de amigos
todos preguntaban por ella
poco que contar, lo justo
para explicar las claves del desenlace
Todo lo sucedido con ella
no fue más que un paréntesis
cerrado tarde y mal
cuando el daño ya estaba hecho
¿cómo pudiste creer que había una persona que podría hacerte feliz y
que la felicidad no era el irregular fenómeno que sabías que era?
Todo lo nuestro fue el transito
de un invierno a otro
un tímido despertar inesperado
una primavera llena de luz
un tórrido apasionado verano
un otoño, símbolo preciso
de la lenta caída, de nuestro mutuo abandono
el frío que anticipó un nuevo invierno