Mucho cuidado. A veces es
peligroso adentrarse en el arcón de un escritor y leer lo que él no quiso
publicar por propia iniciativa cuando aún vivía. Ahí, en ese espacio personal y
privado, podemos hallar cualquier cosa y en
todos los casos: palabras que poseen cierta ahistoricidad literaria. Sea cual
sea el resultado es un libro recibido como un acontecimiento inesperado. Con cierta
duda, es un libro que se lee de un tirón en una sola noche: esa noche supe que la noche era
verdaderamente grande, una noche gatuna de siete vidas y con botas de veinte
leguas. Una historia que terminan siendo la misma, una búsqueda, la droga o el hobby más barato y más patético:
la poesía.